En las culturas ancestrales, el chamán se ocupa tanto de los vivos como de los muertos.

Los chamanes saben que la muerte no es el final, sólo es una experiencia maravillosa de transformación y de tránsito a otro lugar.

El trabajo de psicopompo es un trabajo muy profundo, en el cual se acompaña a los moribundos a encontrar con éxito la ayuda espiritual del otro lado, para que su transición pueda realizarse con éxito.

Cuando esta transición no se hace correctamente, ya sea por una muerte repentina o por alguna otra razón , se queda atrapado en una realidad paralela a esta. Pero aquí no es feliz, ya que su Alma no puede avanzar por un camino más adecuado y, a veces, esta “entidad” molesta a los vivos por culpa de su inquietud.

Para ello, el Chamán con Psicopompo entra en un estado alterado de conciencia en el que viaja al otro plano donde ayudado por sus guías espirituales y sus animales de poder preguntara si el alma al morir se ha quedado apegada a esta realidad, y si así fuera, convencer al alma que aun no ha transcendido de que vaya a un lugar más apropiado para su evolución.